No quiero dejar de pasar febrero sin escribir un artículo por lo que escribo hoy a final de mes algunas líneas que quiero compartir sobre mis reflexiones de estos días. Estuve de viaje y a mi regreso al país me he encontrado con un ambiente bastante enrarecido, con el cual no es fácil, ni conveniente, hacerse el desententido. A la vez, me he propuesto aprovechar estas fechas de inicio de año para preparar materiales de trabajo producto de nuevas lecturas y estudios, por actualización y profundización en los temas que me interesan, que son por un lado, el manejo del estrés, de las emociones y de la motivación en cuanto al tema de desarrollo personal, por otra parte, la gerencia de las emociones positivas en el trabajo, la experiencias de flujo, el desarrollo de la inteligencia emocional, las herramientas de comunicación constructiva para crear conexión y dialogo, y el ejercicio del empowerment y del liderazgo transformacional, para el logro del engagement y de un mejor ambiente de trabajo, en general, las prácticas exitosas para construir bienestar psicológico individual y organizacional.
Se trata de un trabajo creativo que implica alta concentración, lecturas especializadas en Inglés, contenidos de diversas “escuelas” de pensamiento, lo que implica buscar las similitudes, integrar con las experiencias como profesional del talento humano, como profesor, como coach, como consultor y como orientador, pero también experiencias de mi vida personal. Este trabajo implica muchas horas. Y estas horas las dedico en forma parcial obviamente. A un ritmo de dos o tres horas diarias, dos o tres días por semana, durante varias semanas, con muchas interrupciones para otros asuntos profesionales y personales. Mientras me siento y comienzo a leer y a retomar el hilo de lo que venía reflexionando y entro en “calor”, pueden pasar fácilmente dos horas. Y tal vez tengo que dejar todo allí para seguir en otro momento. Es un trabajo muy exigente. Requiere de una entrega total al momento de realizarlo. Porque no es una actividad rutinaria y que exige de mis más altas facultades y recursos.
Asi que, estuve de viaje cinco semanas fuera del país; he tenido muchas ocupaciones desde mi llegada para ponerme “al día”; he estado dedicandome a este trabajo creativo ahora en estos meses que tengo tiempo disponible; y, sobre todo, encuentro estas condiciones tan extrañas a mi alrededor; una situación tan insólita que solo ocurre en Venezuela! Pues se debate si el Presidente de la República ha fallecido o no, si los medios oficiales mienten sobre sus capacidades para gobernar y, en última instancia, sobre quien gobierna realemente en el país.
Pero para poder hacer este trabajo tan especial debo “abstraerme” de la realidad. Es decir, debo crear un espacio muy especial, pleno de inspiración y entusiasmo, de relax, de disfrute,justo en un momento en que la realidad a mi alrededor es tal, que se precisa de un gran esfuerzo para poder dejarla a un lado por un momento.
Por ejemplo, asistí a una presentación de una empresa, donde una persona me estaba comentando que en enero le hicieron un incremento del 45% de todos los insumos de determinado ramo esencial para su actividad. Y que en febrero, pasaron un nuevo aumento por 60%! Pero algo similar se encuentra uno en los supermercados y en las tiendas con respecto a los productos de consumo. A un pequerño empresario que importa ciertos productos le pregunté por uno que no consigo y me dijo que si lo tenía, pero que no sabía a como venderlo todavía, porque corre el riesgo de venderlo a un precio que no le permita recuperar el dinero necesario para reestablecer el inventario. Estuve buscando durante los meses de enero y febrero otro producto que consumo sin conseguirlo. Supe de alguien que salía a un viaje corto y le pedí por favor me lo comprara. Le tuve que pagar con un cambio de $22 el equivalente en bolívares, porque eso es lo que le cuesta a esa persona. Para mi sorpresa luego conseguí el producto, a “precio viejo” en Venezuela, a la mitad de ese precio! Y el comentario general en todas las conversaciones gira alrededor del tema económico, la inseguridad y la ausencia del Presidente.
Y luego de recorrer la ciudad para hacer mercado, mientras las cosas “arrancan” entre enero, el carnaval y la semana santa, quiero aprovechar el tiempo para actualizar mis materiales de trabajo, y eso implica dejar toda la situación a un lado y concentrarme en mi trabajo creativo.
Pero por más que trato de no atender “malas noticias”, ni runrunes, ni tweets, ni escuchar a la gente que se queja, ni a los trasmisores-de-todas-las noticias-malas, eventualmente tengo que lidiar con personas malhumoradas que intentan estoicamente de seguir adelante y pretenden dejar todo ese «clima» a un lado, pero que no pueden evitar drenar sus molestias y tratar en forma brusca e insensible a la gente a su alrededor (es decir, se les chisporrotea la amargura sin darse cuenta).
Y está demostrado, como he explicado en otros artículos, que las emociones se trasmiten. Hay investigaciones que han puesto en evidencia de forma objetiva que el contagio emocional es un hecho, es decir, que muy facilmente una persona puede sentir las emociones de otro con el que se relaciona en una transacción particular. Si esto es un hecho en el área comercial, imaginen lo fácil que es en relaciones de trabajo, compañeros de estudio, entre las amistades o familiares. Y rodeado de personas con diversas emociones negativas, algunos más concientes de ellas y otros menos, por más que uno no quiera, de alguna manera, termina uno tarde o temprano, recibiendo esa “mala vibra” que ronda en nuestro entorno.
Y a propósito de estos tiempos que se viven en estos momentos en Venezuela, he escuchado mucho ultimamente, sobre todo de los de mejor humor, que “al mal tiempo, buena cara”. Y me quedé pensando en esta frase y justo revisaba algunos materiales que pueden ayudar a entender mejor si con esto es suficiente.
Uno de los temas que he estado revisando nuevamente en estas primeras semanas del 2013, es la literatura especializada en lo que se denomina “trabajo emocional”, que no es otra cosa que el manejo de las emociones que hay que hacer como parte de la realización de ciertas actividades laborales, como ser aeromoza, empleado de una cadena de comida rápida o abogado laboral. Hay ciertos trabajos que requieren, como parte de su “descripción de cargo”, la manifestación de ciertas emociones. En estas actividades, es necesario ocultar ciertas emociones, expresar o exagerar otras, o simplemente disimularlas y parecer neutro.
Estas emociones deben expresarse independientemente de lo que se esté sintiendo. O sea, si una aeromoza está nerviosa por las condiciones del vuelo o molesta por la indisciplina de los pasajeros, en una buena aerolínea, se espera que sea amable y tenga buen humor.
El trabajo de expresar las emociones requeridas (display rules) implica un esfuerzo especial y el uso de técnicas de regulación emocional. Ahora bien, hay dos niveles de calidad al hacer esto. Un primer nivel, implica ocultar la respuesta bioquímica de la emoción y mostrar conductas, posturas, apariencia facial y lenguaje cónsono con la emoción requerida. Esto se conoce como «surface acting» (equivalente al autocontrol).
Por mejor actuación que se haga, el «surface acting» tiene dos problemas. Primero, alguien muy observador puede darse cuenta de las “costuras” que produce esta disonancia emocional entre lo sentido y lo expresado, a través de algún elemento del lenguaje corporal. Esto en materia de servicios, puede ser suficiente para bajar una “estrella” de calidad. En comunicación interpersonal, puede ser suficiente para debilitar la confiabilidad del otro.
En segundo lugar, se ha encontrado que si una persona muestra una emoción de la “cara para afuera” cuando de hecho está experimentando emociones negativas, los efectos de estas en la salud siguen siendo nocivos. O sea, no porque haya disimulo o supresión se elimina la respuesta fisiológica de la emoción negativa. Esto implica que todos los péptidos y hormonas se segregan “igualito” aunque por fuera se dé otra impresión. La rabia, así como la tristeza, en particular, está comprobado que producen altos niveles de cortisol. En otros artículos ya he expuesto en detalle los efectos en la salud de la bioquimica negativa.
Pero sin entrar en detalles bioquímicos en esta oportunidad, baste decir que el “faking” emocional produce tensión. Y las investigaciones han demostrado que la tensión prolongada produce burnout. He escrito en otros artñiculos sobre esto, y quien desee saber más sobre ello le recomiendo buscar estos otros artículos en el Blog. Solo comento muy brevemente que el Burnout, traducido como Sindrome de desgaste, produce alteraciones cognitivas y emocionales relativamente permanentes. Esto lo que quiere decir es que una persona sometida a una tensión en forma sistematica, termina por modificar su forma de pensar y sentir en función de esa experiencia. La persona toma distancia de ciertas experiencias, se forma unas opiniones negativas ante ciertos hechos, se predispone emocionalmente hacia ciertas personas o situaciones. Además, disminuye su vitalidad y su interés. En suma, queda afectada por la situación en forma relativamente permanente.
Una segunda manera de regular las emociones, de mayor calidad, consiste en generar nuevas emociones que contrarresten las emociones negativas. Esto se conoce como «deep acting» y va más allá del autocontrol pues exige transformar las emociones. Estas emociones deben ser coincidentes con la emoción expresada que es requerida por las display rules. Es decir, si debo estar contento al realizar una actividad, la idea es que evoque la alegría y al alegrarme de verdad cumplo con mi rol y salgo ganando.
La estrategia de regulación emocional de «deep acting» es equivalente al llamado método de actuación de Costantin Stanislavsky (http://www.teatro.meti2.com.ar/teatristas/notables/stani/stani.htm) y que sirvió de base al método de Lee Strasberg en el conocido Actor Studio (http://www.alternativateatral.com/nota298-informe-ii-el-metodo-de-lee-strasberg-stanislavski-y-despues). Estos métodos instan al actor a usar como pieza clave su «memoria afectiva» para evocar emociones y sentimientos específicos.
Un ejemplo de trabajo emocional que leí en uno de los artículos habla de una joven que quería ser cantante pero, para pagarse sus estudios, necesitaba emplearse un turno como camarera en un centro de comidas donde le exigían mostrar una sonrisa y trabajar con clientes que “siempre tienen la razón”, además de tener que hacer esto en patines. Si esta chica se sintiera molesta por tener que hacer esto y tener que “aguantar” las bromas de los clientes mientras anda en patines, cuando lo que realmente le motiva es el canto, y ocultara sus emociones para mostrarse “simpática”, la tensión le acarrearía problemas de salud a la larga, así como de calidad en su desempeño. Podría explotar un buen día ante un cliente, tener un altercado, pelearse con el jefe y finalmente perder el empleo con un gran costo de salud. En ese caso, estaría usando «surface acting«.
Pero la chica en el caso de la vida real citado usó la estrategia de «deep acting«; tarareaba las piezas que tenía que ensayar mientras patinaba y prestaba el servicio, y así estaba continuamente conectada con su propósito de convertirse en cantante. Esto le permitía experimentar alegría y entusiasmo auténticos, que le conducían a cumplir con las «display rules» establecidas en su trabajo y disfrutar por completo de éste. Al tararear sus tonadas de ensayo, lograba trasladarse a su “elemento”, que es la música. Es lo que le apasiona y entusiasma. Y al conectarse con eso, producía endorfinas y todos los péptidos asociados con la alegría.
Es la misma técnica que uso Victor Frankl en el campo de concentración. He hablado de esto en otros artículos. Frankl es un psiquiatra que estuvo en un campo de la muerte y perdió a sus padres y a su esposa alli. Fue un sobreviviente del Holocausto. Pero no salió de allí perdiendo la esperanza en el fenómeno de la vida y lo que involucra. Por eso siempre me he interesado este caso particular de un nivel de sobrevivencia, que no es solo fisico, sino que tambien es emocional y espiritual. Victor Frankl logró reconstruir su vida justo alrededor de su herida. Creó una técnica que llamó Logoterapia, para ayudar a la gente a encontrar sentido a sus vidas. Insistía en la importancia de la Aceptación de las cosas que no podemos cambiar y fuera de nuestro control (Stephen Covey fue alumno de Frankl, y a partir de sus ideas, propuso la idea de ámbito de control y ámbito de preocupación. Escribo sobre esto en el artículo objetivos-claros/).
Tuve la buena fortuna de escuchar a Victor Frankl en persona. Vino a Venezuela cuando yo estudiaba en la Universidad y escuché su testimonio de lo que yo llamo un Sobreviviente de Nivel 4 (ver liberando-nuestro-potencial-interior/ donde hablo de la Resiliencia). He leido varios de sus libros, y varias veces he leído uno de sus más conocidos, Man in searh for meaning, donde narra como fue su vida en Auschwitz.
Lo que salvó a Victor Frankl en los campos de la muerte, es que el practicó diversas técnicas de la estrategia del «deep acting«. Una de ellas, la revaluación positiva (reappraisal), consiste en identificar las posibilidades positivas que ofrece una situación adversa. Esta la practicó el cuando visualizaba en sus escasos ratos libres, que una vez saliera de allí estaría ofreciendo charlas en las universidades hablando como un experto para superar situaciones como esa, sin permitir que se dañara su «nucleo sano, su nucleo no herido», buscando la-raiz-sana-para-volver-a-comenzar/.
Al visualizar que escribiría un libro sobre todo esto, que le sacaría provecho a esta experiencia para formular una teoría, que recorrería el mundo dando charlas sobre este tema para entusiasmar a la gente sobre el hecho de que existe un self interno que puede salvarse del daño producido por las situaciones, estaba evocando emociones positivas, en pleno campo de concentración!!! También las generaba cuando decidió que usaría su experiencia como psicólogo para asistir a los enfermos y desesperados y disuadirlos de no suicidarse, ya que el suicidio era penalizado con la muerte de otros compañeros. Al hacer este trabajo voluntario, el se sobrepuso a la situación!! Comportarse como alguien que es capaz de ayudar en una situación donde la mayoría está dominado por emociones negativas, le permitía sentirse internamente muy bien, con satisfacción. Generaba endorfinas. Neutralizaba el cortisol.
Se que por sentido común el lector sabe que esto funciona así. Y entiende lo que digo y a lo que me refiero. Pero lamentablemente lo olvidamos al estar sometidos a la «mala vibra» de la sobrevivencia diaria. Y cuando baja nuestro-ratio-emocional/, se producen todas unas reacciones en cascada. Pero solo nosotros somos capaces de detener esto a tiempo!!
Entonces, traduciendo la teoría y los hallazgos sobre Trabajo Emocional a la vida diaria: si se permite que el arousal bioquímico suceda en el interior del organismo, mientras uno se nuestra externamente como si no lo afectara, está sometido una muerte lenta. La única manera de salir victorioso de este proceso de muerte, consiste en vivir con alegría de verdad-verdad. No se trata de fingir. Es necesario disfrutar la vida en sus pequeñas cosas. Aunque haya razones suficientes que atenten contra eso.
Una musica, un paseo, una pelicula, un libro, una frase de inspiración, un artículo, una investigación, una mirada al cielo, el disfrute de una paisaje, escuchar a alguien, brindar ayuda, son algunas técnicas. En mi artículo estrategias-de-afrontamiento-del-estres/, traté de ser exahustivo sobre las técnicas comprobadas. Cada quien seguro puede sentarse y hacer una lista de las cosas que lo hacen sentir bien. Hágalas!! Ya!!!! Todos los días!!! si en un día tenemos tres emociones negativas, cosa que no es descabellada, entonces para mantener nuestra Positividad superior a 3, como debe ser, trendríamos que tener nueve emociones positivas!!!!
A veces dicto el curso de comportamiento organizacional en los postgrados de la Ucab y otras veces, como ahora, dicto uno sobre Gerencia del recurso humano, específicamente en el postgrado de Gerencia de Proyectos. En este momento tengo 32 estudiantes y hace unos días se auto administraron el test de positividad (al que hago referencia en mi artículo sobre el ratio emocional mencionado en las líneas anteriores) en un día cualquiera y el 63% tuvo un indice inferior a 3. Y son unos jovenes super entusiastas. De hecho, estos jovenes también se auto administraron el test VIAS de fortalezas personales (hago referencia a este en el articulo trabajar-en-el-desarrollo-de-nuestras-virtudes/) y al tabular los resultados del grupo les puedo decir que una de sus cinco primeras fortalezas era el Humor!!!
De manera que si nuestro ratio emocional está «amenazado» continuamente «a la baja», es necesario tener un plan para generar emociones positivas y mantener nuestra salud fisica y emocional. Si no, en el mejor de los casos solo estaríamos mostrando nuestra mejor sonrisa, pero ya sabemos que eso no basta!
Notas:
1) Quienes quieran profundizar un poco más en el proceso de appraisal pueden revisar http://en.wikipedia.org/wiki/Appraisal_theory).
2) Al salir del campo de concentración, Victor Frankl tuvo que enfrentar nuevos obstáculos, ahora con sus colegas y al parecer estuvo a punto de «tirar la toalla». Pero recibió un mensaje positivo de alguien que le resultó clave para seguir adelante; http://thinkinginsights.blogspot.com/2009/10/victor-frankl-world-famous-psychiatrist.html.
Algunas recomendaciones prácticas en el artículo que publiqué relacionado con este tema en Inspirulina:http://www.inspirulina.com/manejo-de-las-emociones-en-momentos-dificiles.html#facebook-com
excelente lectura muchas gracias
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[…] lo contrario tampoco es la solución. En particular las investigaciones que se han hecho sobre Trabajo Emocional han sacado a relucir que trabajar bajo fuertes presiones, molestias y dificultades, teniendo que […]
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